Escribir acerca de la historia del cooperativismo y su incidencia en la moderna industria microfinanciera en el Perú es referirse a fuentes comunes que data desde siglos atrás.
El reciente centenario del mal llamado “descubrimiento” de Machu Picchu por el estadounidense Hiram Bingham, pone nuevamente en la mesa de debate el rol que cumplió la organización inca en la economía del antiguo Perú y como la interculturalidad contemporánea sigue vigente en el presente siglo. Bingham no descubrió nada. Sólo hizo público lo que ya miles de comuneros sabían desde muchos años atrás.
La organización económica en el imperio de los incas estuvo basada en la minka, ayni y mita. La sociedad inca creció y se fortaleció sobre la base de estos modos de vida. La minka (llamada también minca o minga) fue el trabajo que se realizaba en obras a favor del ayllu y del “sol” (Inti). Era un impuesto en trabajo que se pagaba por turnos y tenía por beneficiario al Estado, donde concurrían muchas familias portando sus propias herramientas y alimento.
Las familias participaban en la construcción de locales, canales de riego, fortalezas, minas, cultivo de tierras estatales, así como la ayuda en la chacra de las personas incapacitadas huérfanos y ancianos. Cuando el ayllu convocaba al trabajo de la minka todos debían ir, pero las personas que no asistían al trabajo eran expulsados del ayllu y perdían su derecho a la tierra.
Así también, el ayni era un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu, destinado a trabajos agrícolas y a las construcciones de casas.
El ayni consistía en la ayuda de trabajos que hacía un grupo de personas a miembros de una familia, con la condición que esta correspondiera de igual forma cuando ellos la necesitaran, como dicen: "hoy por ti, mañana por mí" y en retribución se servían comida y bebida durante los días que se realizaban el trabajo.
Esta tradición continúa en muchas comunidades campesinas del Perú, ayudándose en las labores de cocina, pastoreo y construcción de viviendas.
Podemos afirmar que este tipo de trabajo es la base del cooperativismo moderno. La ayuda mutua, la solidaridad, el trabajo en equipo, el servicio y la visión de futuro están presentes en el ayni incaico y también en el cooperativismo moderno.
Por último, tenemos a la mita que era un sistema de trabajo a favor del Estado imperial del Tahuantinsuyo, donde se movilizaban multitudes de personas a trabajar por turno en labores de construcción de caminos, puentes, fortalezas, centros administrativos, templos, acueductos, explotación de minas, etc.
Este estilo de vida se desarrolló en la construcción de Machu Picchu. Si como dicen los estudiosos la ciudadela tenía un carácter religioso, entonces se construyó mediante la minka, pero si era una fortaleza del inca, entonces se hizo mediante la mita.
Si advertimos que el moderno cooperativismo tiene sus raíces en el ayni incaico, también debemos afirmar que la industria microfinanciera también tiene sus principios en el cooperativismo tradicional.
Las microfinanzas son herramientas sociales que tienen por finalidad ayudar a los emprendedores a salir de su pobreza y darles una mejor calidad de vida, mediante algunas acciones de carácter empresarial.
La moderna industria microfinanciera tiene sus raíces en algunos principios del cooperativismo, y éste a su vez, recoge prácticas del antiguo Perú, que aún se practican en la sierra peruana.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Podemos afirmar que el ayni es la base del cooperativismo moderno. La ayuda mutua, la solidaridad, el trabajo en equipo, el servicio y la visión de futuro están presentes en el ayni del antiguo Perú y también en el cooperativismo moderno.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Firmados Nro 161 / Lima, Setiembre 20, 2011
No comments:
Post a Comment