En los dos últimos años, las
naciones emergentes han vivido una transformación digital en sus quehaceres
cotidianos por causa de la pandemia, de tal manera, que literalmente han
avanzados entre cinco y ocho años en su desarrollo nacional y, por lo tanto,
organizacional. Es decir, la pandemia aceleró diversos cambios que llegarían
como resultado de la globalización e internacionalización de sus economías. Las tecnologías de la información
han cambiado las vidas de las personas y, también, la forma de hacer negocios.
El teletrabajo, las clases virtuales, la telemedicina, las operaciones
financieras en línea, las reuniones virtuales, etc., son sólo algunos aspectos
de la llamada “nueva normalidad”, mediante la innovación tecnológica que llegó
para quedarse. La pandemia terminará, pero los cambios seguirán y cada vez, más
rápidos.