Wednesday, June 30, 2010

DELINCUENCIA JUVENIL CREA INESTABILIDAD EN CALLAO

Como consecuencia de la desidia de las autoridades municipales y policiales, en los últimos meses, la delincuencia juvenil se ha incrementado notoriamente en Callao, atentando contra la vida humana y creando inestabilidad empresarial y zozobra en el primer puerto del país.
Es casi una costumbre ver a grupos de pandilleros, jóvenes y adolescentes, que parados en las esquinas asaltan, roban, hieren y hasta asesinan a quienes se les enfrenten por defender sus pertenencias. Callao es tierra de nadie y cada vecino hace lo que cree conveniente para cuidar su vida y propiedad.
Las pandillas integradas por jóvenes y adolescentes de entre 17 y 25 años aproximadamente, vestidos de casacas con “capuchas” que suelen colocárselas encima de los gorros, llegan a formar grupos que superan las 20 personas. Estos grupos son el terror de tiendas, bodegas, puestos de mercado, pasajeros y vecinos chalacos.
Callao que se caracterizaba por tener zonas peligrosas donde hasta la policía no ingresaba como los “Barracones”, “La Siberia”, “Corongo”, “Puerto Nuevo”, “Chacaritas”, “San Judas”, etc., ahora tiene el deshonroso mérito de ser el puerto más peligroso del Pacífico y la ciudad porteña con mayor número de atentados contra la vida y la salud.
Si bien es cierto que la delincuencia juvenil es producto del rol familiar, también es real que es consecuencia de la negligencia de las autoridades regionales y municipales. En Callao. las personas del mal vivir han tomado literalmente calles como los jirones Saloom, Guisse, Loreto, Apurímac, Ancash y Av. Grau (ex Buenos Aires), ubicadas en la periferia del cuartel Alipio Ponce de la Policía Nacional del Perú (PNP), sólo por citar a la periferia de Callao Cercado.
Es común ver diariamente los asaltos a 150 metros del Cuartel Alipio Ponce, hechos que suelen acrecentarse a partir de las 8 p.m. aproximadamente. Desde esa hora, las pandillas empiezan a reunirse en las esquinas y realizar sus fechorías.
Por cierto que los escasos policías y personal del serenazgo están en la principal Av. Sáenz Peña, Av. Grau, Jr. Lord Cochrane y Jr. Colón, cerca del Mercado Central. Muchos vecinos que hacen sus compras en los supermercados Aotus tienen que regresar a sus hogares en taxis, afectando a la economía familiar. Pagar un promedio de cuatro soles (US$ 1.20) por sólo tres o cuatro cuadras (300 ó 400 metros) para evitar ser presa de éstas pandillas.
Ocasionalmente, circulan patrulleros y motorizados de la PNP, pero como van en caravana es fácil detectarlos desde lejos. Los delincuentes ver pasar a la caravana por una calle y se trasladan a la siguiente cuadra para continuar haciendo sus fechorías. Saben que la policía no regresará más. Emprendedores de la micro empresa que comercializan productos como anticuchos, mazamorras, dulces, frutas y otras mercancías son las principales víctimas.
La delincuencia se ha incrementado más desde que las autoridades renunciaron a sus responsabilidades para postular a nuevos cargos (Alexander Kouri a la alcaldía de Lima y Félix Moreno a la presidencia regional del Callao).
Los esfuerzos para reactivar el turismo en Callao y crear empresas es limitado por las acciones delincuenciales que no tiene cuando acabar. Es normal escuchar tiroteos todos los días, ver enfrentamientos entre bandas delincuenciales, observar a grupos de jóvenes libando licor en las calles, y ser testigos de cientos de asaltos menores (robos de teléfonos celulares, carteras, paquetes, lentes, etc.)
Sabemos que la delincuencia es un problema social, y al parecer, los únicos interesados en tratar de cambiar esta situación son las iglesias evangélicas y grupos carismáticos, que suelen hacer servicios religiosos en determinadas calles, pero aún, la delincuencia es el pan de cada día en el Callao.

FIRMADOS Nro. 116 / Lima, Junio 30, 2010

Friday, June 25, 2010

CRECIMIENTO ECONÓMICO NO ES DESARROLLO SOCIAL

Hay quienes creen que el crecimiento económico es sinónimo de desarrollo económico y por lo tanto, de desarrollo social. Es verdad que la economía está creciendo y que según los indicadores de la última década, el PBI peruano ha acumulado un alza de 60%, ubicándose entre las diez economías más dinámicas del mundo.
Estas noticias son buenas para el país, pero hablar como si el Perú fuera una nación del primer mundo nos parece un poco exagerado, especialmente cuando este crecimiento no se refleja en el cambio social. Por cierto, hay quienes dirán que aún es prematuro dar estas opiniones, pero recordando que el incremento del PBI viene ocurriendo desde hace más de cinco años, la situación debe llevarnos a una seria reflexión.
El crecimiento económico está sustentado básicamente en zonas urbanas, quedando rezagados importantes sectores como el rural de nuestra sierra y amazonía. En esos lugares, la pobreza se mantiene igual o peor que hace cinco años.
Saludamos la reducción de la pobreza y extrema pobreza en los sectores urbano-marginales de la costa, pero qué hay de la sierra y selva. Esta situación no sólo conlleva a nuevos conflictos sociales, sino a acciones consideradas fuera de la ley, como el cultivo ilegal de coca y el presunto resurgimiento de acciones subversivas, atentando contra la economía legal de cientos de campesinos pobres de la amazonía y sierra peruana.
Faltan programas sociales que ayuden a las comunidades campesinas y étnicas, pero nos referimos a programas de economía solidaria, no a la asistencia social. No entreguemos pescado, enseñemos a pescar. Un excelente programa que nos parece acertado y debe seguirse con el ejemplo, es el denominado “cocinas mejoradas” que ayuda a miles de peruanos que viven el campo. Pero esto es sólo una muestra.
En los últimos años, el Perú está creciendo de manera sostenida. Hasta la fecha hay más de un millón de abonados a los servicios de televisión por cable, 24 millones de celulares, más de siete millones de tarjetas de crédito y una cifra superior a los ocho millones de tarjetas de debito. Aproximadamente siete millones de personas tienen sus depósitos en la banca, 30% de los hogares poseen telefonía fija y hay 4,000 cajeros automáticos y 6,000 cajeros corresponsales. Estas son cifras fenomenales si las comparamos con lo que había al ingresar a este siglo.
Todo ello refleja que el ciudadano urbano está mejorando su situación y que las empresas tienen altos índices de rentabilidad, pero insistimos, aún queda una deuda social con nuestros hermanos de la sierra y selva, y por cierto del sur peruano. Los conflictos sociales son indicadores que algo está funcionando mal y que se deben corregir errores.
El manejo económico en términos de responsabilidad en el gasto público en una etapa electoral, va por buen camino. Probablemente, vengan más beneficios con los tratados de libre comercio y con otros acuerdos comerciales. Tal vez logremos la meta de crecer por encima del 6.5 este año y que seamos los líderes de América Latina.
No obstante, hay ejemplos que deben seguir los funcionarios del gobierno central, regiones y municipalidades, como el trabajo de algunas organizaciones no gubernamentales de desarrollo social e industria microfinanciera que ya están vinculadas al desarrollo social en zonas rurales y comunidades étnicas. Por el bien del país, el crecimiento económico debe transformarse también en desarrollo social para todos.

FIRMADOS Nro. 115
Lima, Junio 24, 2010

Friday, June 18, 2010

OPTIMISMO Y NO TRIUNFALISMO ANTE CRECIMIENTO ECONÓMICO

Cuando hablamos de la economía regional, son buenas las noticias que se refieren al Perú. Por un lado, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) refleja que las cosas se están haciendo con tino y responsabilidad, y por el otro lado, supone severidad en el gasto público. Estos dos factores combinados con decisiones e iniciativas del sector privado, están permitiendo que en estos tiempos de crisis financiera internacional y globalización en general, la hacienda pública vaya por buen camino, comprobado en los recientes indicadores macroeconómicos públicos y privados.
Recientemente, el banco de inversión Goldman Sachs reconoció que el Perú será la economía latinoamericana que tendrá la expansión más veloz este año y que podría recibir hasta mejoras en su calificación crediticia.
Esta aseveración se basa por el nivel inflacionario proyectado de 2.4% para el año y un crecimiento de 7% para el presente ejercicio anual. Demás está decir que el Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, bancos de inversión y calificadoras de riesgo también han expresado algo similar, no obstante, las consecuencias de la crisis financiera internacional que está haciendo impactando en economías europeas y asiáticas, así como en la estadounidense.
Estas optimistas proyecciones tienen que mirarse con suma responsabilidad y humildad por parte de quienes manejan el Ministerio de Economía y Finanzas, ministerios relacionados con el crecimiento económico y el instituto emisor. También por los representantes por los representantes de los gremios empresariales e incluso, sindicales.
No es que nos vaya de maravilla, sino que según las proyecciones, el Perú sería uno de los países que saldría menos golpeado por los efectos de la crisis internacional. No está en el camino de Grecia, Irlanda, Portugal, Hungría o España, por coincidencia todos europeos. Pero, todo depende del manejo económico en los siguientes meses, que según la experiencia en años electorales, no siempre son buenos.
De ahí que la ministra de Economía, Mercedes Aráoz Fernández, debe trabajar, no sólo con cabeza fría, sino con mano dura y poner candado ante la tentación de algunos de echar mano a la caja fiscal con el pretexto de obras sociales, mediante leyes y decretos elaborados entre gallos y medianoche, en el Congreso de la República u oficina gubernamental, regional o municipal.
Si bien es cierto que la economía peruana va por buen camino, con la colaboración del sector privado, también es real que los efectos de la crisis aún no han pasado del todo. La caída de las exportaciones en algunos sectores se debe precisamente a los efectos de la crisis que está golpeando a los mercados foráneos. De ahí que los líderes de la Unión Europea (UE) tratan de convencer a los mercados financieros de que pueden contener la crisis de deuda con un acuerdo sobre cómo reforzar la coordinación de sus políticas económicas y disciplina presupuestaria.
Las decisiones que adopte la UE serán decisivas para el futuro de las exportaciones e inversiones del viejo mundo en el Perú. Los representantes de los 27 países de la UE elaborarán un programa para impulsar el crecimiento económico que genere fuentes de empleo. Por el bien de esas naciones y de nuestra región, esperemos que esos planes se cumplan.

FIRMADOS Nº 114
Lima, Junio 17, 2010

Friday, June 11, 2010

BAUTISTAS EN EL CONGRESO PERUANO

El periodista (en los extremos) con los representantes de las iglesias bautistas de América Latina, en la visita que realizaron en julio de 2009 al Congreso de la República del Perú.

MICROFINANZAS Y LA GENERACIÓN DE NUEVOS EMPLEOS EN EL PERÚ

La economía peruana está creciendo desde hace más de seis años de manera sostenida como resultado de la apertura económica, acceso a nuevos mercados e inversiones en sectores estratégicos. Las estadísticas macroeconómicas así lo demuestran y sus principales indicadores revelan que esta tendencia seguirá en los próximos años.
Sin embargo, paralelamente al incremento del PBI, control inflacionario, subida de reservas netas e impulso a las exportaciones, hay sectores sociales que aún no gozan de los beneficios del crecimiento.
Precisamente son en los sectores sociales emergentes donde las microfinanzas se transforman en herramientas básicas del desarrollo social, mediante la formación y fortalecimiento de pequeñas y micro empresas, que generan a su vez, diversos tipos de empleo. Estos nuevos puestos de trabajo se ubican entre los negocios de sobrevivencia y unipersonales, hasta empresas familiares que poseen diversas ofertas laborales.
Si en el Perú el 96.6 por ciento del empresariado está en la PYME (Pequeña y Mediana Empresa) y en las MYPE (Micro y Pequeña Empresa) y hay más de cuatro millones de unidades productivas y comerciales, es fácil deducir que la mayoría de los empleos está en este sector. Las estadísticas revelan que es el sector más dinámico de la economía y la que constantemente está creando reconversiones laborales de todo tipo.
Aún el impacto de la crisis financiera internacional fue amortiguado en parte por las PYME y MYPE que por el tamaño de sus economías no sintieron las consecuencias de la crisis. Sabemos que aún es prematuro afirmar o negar resultados, pero a juzgar por lo que está ocurriendo en el mundo, especialmente en los Estados Unidos, Japón, China y la Unión Europea, la crisis en América Latina está en una fase final.
La industria microfinanciera no sólo debe verse como una herramienta financiera para las pequeñas empresas, sino como el gestor en la formalización de cientos de empresas que para acceder a un crédito deben ser empresas constituidas formalmente. Muchos informales ahora son negocios constituidos legalmente en virtud a las exigencias de la industria microfinanciera.
El denominado microcrédito también ha jugado un rol muy importante en la generación de nuevos puestos de trabajo. Algunos de éstos no van necesariamente a las MYPE, sino a los llamados “bancos comunales”. Mediante esta estrategia social, miles de emprendedores, especialmente grupos de mujeres, han desarrollado actividades empresariales como proveedoras de MYPE andinas, urbano-marginales o amazónicas.
La experiencia de mujeres tejedoras de la amazonía y comunidades alto andinas, vendedores de mercados (paraditas) en zonas marginales de la costa, canillitas “quiosqueros” y artesanos de cualquier ámbito geográfico así lo demuestran.
El microcrédito es una herramienta usada básicamente por Organizaciones no Gubernamentales de Desarrollo (ONG) e instituciones no supervisadas, principalmente de origen religioso como Visión Mundial Internacional, Adra Ofasa, Compasión, Diakonía, Misión Suiza y Fundación contra el Hambre entre otras. Pero también el microcrédito es un producto financiero de las cajas municipales, cooperativa de ahorro y crédito, cajas rurales, finanancieras y Entidades de Desarrollo de la PYME (Edpyme), organizaciones que sí son supervisadas por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP o por la Federación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito, respectivamente.
En términos generales, la industria microfinanciera en el Perú es una opción válida comprobada para generar nuevos y mayores empleos.

FIRMADOS Nº 113
Lima, Junio 11, 2010