Friday, March 19, 2010

CONTROLES INTERNOS PARA GESTIÓN EMPRESARIAL

Aún es prematuro saber a ciencia cierta cuándo el mundo industrializado iniciará su crecimiento empresarial y a qué tasas, como preveía hasta hace unos tres o cuatro años. Sin embargo, la reactivación de algunas economías nos indica que hay un despegue empresarial en algunas nacionales, incluyendo a las economías emergentes como la peruana.
Sin embargo, este indicador es clave para afirmar que el Perú está en franco proceso de recuperación, luego de los embates de la crisis financiera internacional, razón por la cual podemos afirmar que ya es tiempo de levantarse y ponerse a trabajar con visión de largo plazo.
En este contexto, la adecuada aplicación de controles internos en las organizaciones no sólo es clave para la administración gubernamental, sino también para las instituciones empresariales. En primer lugar, por cuestiones de gobernabilidad y en segundo lugar, como “antídoto” para evitar acciones vinculadas con la corrupción.
En principio, un elemento que ha estado ausente durante muchos años en la administración de gobierno es precisamente la adecuada aplicación de controles internos en todos sus estamentos. ¿Pero, qué son estos controles internos? Es un proceso continuo que conlleva a realizar acciones estructuradas y coordinadas, orientadas al logro de los objetivos de la administración pública.
¿Por qué no se logran las metas en los plazos previstos? ¿Cuáles son las causas de los conflictos sociales? ¿Por qué no se puede aplicar con severidad la autoridad? ¿Dónde está la visión de los diversos estamentos públicos? Estas y otras interrogantes tienen su respuesta en la debilidad que tienen quienes hacer gestión pública. La ausencia de adecuados controles que deben aplicarlo todos los responsables de la gestión pública (gobierno central, regiones, municipalidades, empresas públicas y poderes del Estado), es la causa de casi todas las limitaciones que tiene la administración García y el caldo de cultivo para fomentar niveles de corrupción en el aparato público.
Pero, la aplicación de los controles internos no sólo es responsabilidad de quienes tienen autoridad, sino de todos los servidores del Estado. Pero también esta concepción es válida en la gestión empresarial privada (incluye a las microfinancieras), que si bien ostentan logros de gestión, hay debilidades de crecimiento en todos sus niveles por ausencia, precisamente de estos controles internos.
El control interno debe ser efectuado por las personas de los diferentes niveles que laboran en administración pública privada. De tal manera que desde la gerencia hasta el último trabajador deben sentirse partícipes del mismo. Así cada uno de ellos podrá adquirir un alto grado de conciencia en el momento de evaluar los riesgos, aplicar controles y estar en condiciones de responder adecuadamente frente a los desafíos diarios. Además, se fomentará la transparencia en la gestión y se evitará posibles actos de corrupción.

En la medida que los diversos estamentos apliquen los controles internos, los trabajadores estarán preparados para identificar posibles limitaciones y podrán aplicar la correcciones del caso. Pero estos controles no nacen de la noche a la mañana, alguien debe promoverlos y ahí es donde precisamente, la gerencia debe propiciarlo.
Sabemos que hay normas que deben aplicarse con celeridad y no esperar que solamente la Contraloría General de la República (para la administración pública) o las auditorías (para el sector privado) propongan los cambios. Consideramos que debe ser un compromiso del Estado, como ocurre en otras naciones, verbigracia Colombia. Debemos aprender mucho del mundo industrializado y analizar cómo otras naciones superaron sus problemas.

La aplicación de adecuados controles internos no solamente es para las empresas u organizaciones que se rigen por el derecho privado, sino también para la administración pública. Incluso, hoy se habla de “gobierno corporativo” en la gestión estatal. Todavía algunos lo relacionan con un programa de fortalecimiento y transparencia en actividades financieras, mientras que otros hacen énfasis en la responsabilidad de los miembros del directorio, ejecutivos de todos los niveles y trabajadores en general, pero ignoran que éstas prácticas también son válidas para la gestión estatal.

Una excelente política de controles internos, pilar fundamental del gobierno corporativo, incluye también la administración de los diversos tipos de riesgos, la competitividad para garantizar la inversión, la promoción de nuevos mercados y los mecanismos para afrontar con éxito los procesos de globalización económica que exigen, cada vez con mayor urgencia, la adopción de estándares internacionalmente reconocidos sobre la forma en que se administran y controlan las organizaciones, sean éstas privadas o públicas.

El desarrollo de adecuados controles internos también presupone la constante evaluación de las funciones de gerentes, funcionarios y servidores. La falta de controles genera también una serie de problemas en la administración estatal. Por ejemplo, en el caso de los altos funcionarios, cómo saber que el trabajo que realizan justifica el ingreso económico que perciben. Asimismo, si en las entidades reguladoras hay directorios que coordinan la dación de normas, ¿cómo es posible que en la SBS o en Sunat, sólo una persona decida lo que se debe hacer? El caso del BCR vendría bien en el ejemplo. El directorio del instituto emisor coordina y en forma conjunta elaboran las políticas cambiarias u otros reglamentos, cosa que no ocurre en las instituciones donde sólo una persona tiene esa responsabilidad. El Congreso de la República debería corregir esos errores en aras de la transparencia financiera del país.

Un claro ejemplo de la aplicación de adecuados controles internos lo proporciona la industria microfinanciera peruana. Por ejemplo, la experiencia de personas exitosas en el sistema de cajas municipales y que están sujetas al juego político de los alcaldes de diversas tiendas, demuestran que por encima de los intereses partidarios, debe predominar los criterios técnicos para llevar adelante instituciones como las CMAC. Hay mucho por aprender del sistema de cajas municipales, sólo por citar un ejemplo de la industria microfinanciera, que a pesar de todos sus problemas, siguen dando la hora en materia de eficiente gestión en aras del desarrollo social. No por algo, las microfinanzas peruanas son líderes en el manejo de los controles internos, administración de riesgos empresariales y gobierno corporativo.
FIRMADOS N° 105
Lima, Marzo 19, 2010

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