Tuesday, October 20, 2009

ENTREGANDO RECONOCIMIENTO EN MICROFINANZAS A CAJA HUANCAYO

El autor, en su calidad de representante de la organización Status Comunicaciones y director del semanario MICROFINANZAS entrega el reconomicimiento "IMF" al presidente de la Caja Huancayo, Jorge Solís, por la labor alcanzada por esa institución microfinanciera, trabajo respaldado por el Banco Interamericano de Desarrollo en Washington y difundido en la Cumbre del Foromic en Arequipa (30 de setiembre a 2 de octubre de 2009).

FINANZAS Y NEGOCIOS RURALES EN PERÚ

El Perú es líder en microfinanzas, pero aún ésta realidad no se siente en los sectores agrícolas y pecuarios de distintas partes del país.

Si bien es cierto que algunas cajas municipales (CMAC), organizaciones no gubernamentales de desarrollo, Entidades de Desarrollo de la Pequeña Empresa (Edpyme), financieras, cooperativas especiales y cajas rurales, ya están trabajando en esos sectores, aún la revolución del desarrollo no ha llegado al campo.

Tal vez, las cajas rurales, Banco de la Nación, Agrobanco y algunas CMAC están trabajando en esos rubros, pero hay tanto por hacer que casi no se notan los esfuerzos. Es el principio de un largo camino por recorrer, por invertir y por trabajar de manera coordinada entre las instituciones que operan en esos sectores.

Sin embargo, todavía hay problemas serios por resolver. Entre ellos están la falta de infraestructura, el gravísimo manejo de los riesgos que limitan las actividades rurales financieras y el entorno dónde se mueven estás finanzas que no siempre están dispuestas a continuar apoyando a la agricultura. Esas son algunas limitaciones que tiene el sector.

También urge tener acciones concertadas entre las instituciones gubernamentales que están trabajando en esta área como Agrobanco, Banco de la Nación y Cofide, organizaciones que se están esforzando para dar lo mejor, pero que cada una trabaja por su lado, cuando lo pueden hacer de manera coordinada.

Asimismo, el gobierno debería generar esquemas de políticas públicas para apoyar eficientemente a la agricultura. Éstas deben ser discutidas con los representantes del sector financiero para ver cómo pueden colaborar con políticas públicas que sean sostenidas en el tiempo y que permita a su vez, el desarrollo del sistema financiero, de manera especial, de quienes apoyan a la pequeña agricultura comercial.

Es que en realidad, las finanzas rurales no son algo simple. Lo rural es un concepto amplio y no está claro qué colocaciones o depósitos se relacional con lo rural. Desde esta perspectiva, las colocaciones agropecuarias que son una parte importante de las colocaciones rurales, deben desarrollarse en todo el sentido de la palabra. Lo que se encuentra es que hay expansiones interesantes, pero no son suficientes. Sin embargo, saludamos a las instituciones que sí están involucradas en las microfinanzas rurales o recién lo están haciendo. Urge una revolución en el campo, no al estilo del viejo líder chino Mao Tse Tung, pero sí como el presidente Luiz Ignacio “Lula” Da Silva lo está haciendo en Brasil.

Si bien es cierto que las colocaciones agropecuarias del sistema formal han venido creciendo en los últimos años, especialmente las colocaciones en el agro relacionado con la pequeña agricultura, aún distan mucho de lo que se espera para impulsar la agricultura.

Este crecimiento parece responder más a la tendencia del sistema que a una política de expansión del financiamiento agropecuario, donde el agro representante sólo el 3 por ciento de las colocaciones totales del sistema financiero. Sin embargo, este crecimiento se concentra en la pequeña agricultura que tiene bajo niveles de mora, pero aún así, hay más de 115,000 clientes atendidos por las instituciones microfinancieras.

¿Es que el agro no es rentable? Suelen decir los burócratas de saco y corbata en Lima, pero la experiencia de las CMAC, Banco de la Nación y Agrobanco dicen todo lo contrario.

FIRMADOS Nº 093
Lima, Octubre 19, 2009

Wednesday, October 14, 2009

EN PLENA FAENA PERIODÍSTICA

El autor en pleno trabajo periodístico. Entrevistando en la ciudad de Arequipa, al gerente de la Caja Arequipa, Wilber Dongo Díaz, para el semanario Microfinanzas que se publica con el diario La Primera en todo el país.

CUIDADO CON LA OFERTA CREDITICIA "A LA CHILENA"

En estos tiempos de globalización, el crédito de consumo está minando las bases de las microfinanzas del país. Desde esta perspectiva, el Perú está siguiendo el mal ejemplo que experimentó la naciente microfinanzas en Chile, cayendo en un círculo vicioso. No es correcto imitar lo malo, sino lo bueno.

Es notorio que grandes capitales del sur llegan al país para invertir y dar trabajo a los peruanos, y eso es bueno para la economía. ¿Pero, porqué no seguir invirtiendo en Chile? Simple y llanamente porque en la nación mapocha ya no se puede hacer. Por cierto que nos referimos a los capitales de origen financiero, aquellos orientados al consumo masivo y otros de índole especulativo, conocidos como los “golondrinos”.

El ciudadano chileno está tan endeudado, pero aún así tiene capacidad de pago. Hasta los hijos y nietos deberán pagar las deudas. Por lo tanto, el dinero que no se puede usar en Chile, tiene que salir para ser invertido a otros países, especialmente Argentina y Perú.

Es verdad que el crédito de consumo permite que miles de peruanos puedan tener ciertas comodidades y hasta determinado “status social”, pero el precio que tendrán que pagar será demasiado alto, no sólo en efectivo sino socialmente. Esta realidad distorsiona el crecimiento de las microfinanzas en el país, porque el emprendedor muchas veces solicita un crédito no para invertir en el negocio sino para dedicarlo al crédito de consumo.

Una de las limitaciones que ha tenido la industria microfinanciera en Chile es precisamente el excesivo otorgamiento de créditos de consumo. El auge económico del país vecino permitió que el dinero plástico llegue a casi toda la población sureña.

En Chile, el endeudamiento es alto, involucra a casi el 85 por ciento de la población, pero la morosidad es baja. El crecimiento sostenido de la economía chilena garantiza que los ciudadanos de ese país puedan pagar puntualmente sus cuotas hasta por tres generaciones.

Si bien es cierto que el Perú está liderando las microfinanzas en América Latina y el Caribe, también es real que esta dinámica puede distorsionarse ante la excesiva oferta de créditos de consumo a sólo firma. Estamos viendo que algunas instituciones financieras y casas comerciales, solicitan como garantía que el cliente sólo tenga una tarjeta de crédito o cuenta en cualquier entidad financiera para acceder a un préstamo.

Las microfinanzas, herramienta básica para luchar contra la pobreza y generar nuevos o mayores puestos de trabajo, puede limitarse ante estas ofertas tal como está ocurriendo en Chile. En esa nación es fácil acceder a un crédito, porque el sistema financiero sabe que cada cliente podrá cumplir con sus pagos por la boyante economía que vive.

El problema no está tanto en el emprendedor que sí accede a un crédito para invertirlo en su negocio, sino en aquellas personas que se están endeudando por los créditos de consumo, viajes turísticos y programas de estudios. No confundamos, microfinanzas es una cosa y crédito de consumo es otra cosa.

Sabemos que la tendencia de los intereses es hacia la baja, pero podría bajar más si los créditos de consumo no encarecerían carteras microfinancieras. Es urgente que los bancos comerciales aprendan de la tecnología que usa la industria microfinanciera.

FIRMADOS Nº 092
Lima, Octubre 14, 2009