La falta de ética y las prácticas
deshonestas en los diversos estamentos de la gestión pública y del sector
privado, afectan al desarrollo social y son al mismo tiempo, las más difíciles
de ser probadas porque los delincuentes de “cuello y corbata” generalmente
nunca dejan pruebas.
Urge entonces hacer cumplir las políticas
de controles internos que desde la perspectiva de la administración de riesgos
y buen gobierno organizacional son necesarios para el desarrollo nacional.