Wednesday, July 03, 2013

DESAFÍOS PARA CREAR EMPRESAS SOSTENIBLES

El mundo está viviendo tiempos de cambios bruscos y contínuos. Los más notorios se están realizando en América Latina, que por su dinamismo interno, está desarrollándose a pasos agigantados en materia de integración comercial y turística. En la región tenemos por un lado al Mercosur con Brasil a la cabeza, seguido de Venezuela, Argentina y Uruguay. Paraguay, miembro fundador del Mercosur,  aún está en compás de espera. Y por el otro lado, está el novísimo G-4 del Pacífico, integrado por México, Colombia, Perú y Chile. Costa Rica y Guatemala ya expresaron su disposición de formar parte de este bloque comercial que ya liberó sus aranceles en un 90% y eliminó el visado. Habrá un libre tránsito para hacer negocios y crear nuevas empresas. Lamentablemente, naciones como Ecuador, Bolivia y Nicaragua, por sus regímenes gubernamentales están quedándose a la zaga del desarrollo social.

EL 14% DE LA POBLACIÓN PERUANA POBRE ES ANALFABETA Y EL 48% DE LOS POBRES SÓLO TIENE PRIMARIA

Es interesante saber que el 48.7% de la población pobre de Perú sólo tiene educación primaria y el 14% es analfabeta. Sin embargo, el 40% usa un teléfono celular según el INEI.
El nivel de educación que alcanzan las personas es un indicador relacionado con las calificaciones profesionales y por ende con los ingresos y gastos. La población pobre se caracteriza por su bajo nivel de educación.
En 2012, el 48.7% de los individuos pobres mayores de 15 y más años de edad alcanzaron únicamente el nivel primario, mientras que el 19.9% de los no pobres tienen ese nivel mínimo de educación. Más de un tercio (36.5%) de los no pobres ha alcanzado el nivel superior de educación. La proporción de individuos con educación secundaria es similar entre los pobres y no pobres.
En el año 2012, el 14.0% de la población pobre de 15 y más años de edad no sabía leer ni escribir, es decir eran analfabetos. Este fenómeno afecta más a los pobres extremos ya que el 21.9% son iletrados. Entre la población no pobre se observa una tasa de analfabetismo de 4.0%, proporción que se mantiene desde hace varios años.
Para el año 2012, el 65.2% de los pobres y el 60.7% de la población no pobre contaba con algún seguro de salud. Los pobres extremos que tienen algún seguro de salud son el 75.0%.
De acuerdo al tipo de seguro, los pobres, pobres extremos y pobres no extremos acceden mayoritariamente al Seguro integral de Salud (SIS) con 58.2%, 73.4% y 53.5%, respectivamente; en el caso de la población no pobre el 22.0% tiene este seguro.
El seguro de EsSALUD, llega principalmente a la población no pobre, el 30.6% tiene este seguro. En el caso de los pobres y pobres extremos con este seguro alcanza sólo al 6.6%y 1.5%, respectivamente.
Los resultados obtenidos para el año 2012, revelan que los pobres son generadores de su propio empleo, ya que el 43.1% participa en el mercado laboral como trabajadores independientes, elevándose este porcentaje a 47.0% en los pobres extremos. El 29.9% de los pobres son trabajadores asalariados y el 22.0% trabajadores familiares no remunerados.
En cambio, el 50.9% de la población no pobre trabaja como asalariado (empleados y obreros), el 32.0% son trabajadores independientes, el 8.8% son trabajadores familiares no remunerados, y el 6.2% son patronos o empleadores.
Comparado con el año 2011, la población pobre extrema que tenía trabajo asalariado aumentó en 4.9 puntos porcentuales, mientras que disminuyeron los trabajadores familiares no remunerados en 4.9 puntos porcentuales y los trabajadores independientes en 0.3 punto porcentual. Entre la población no pobre se incrementaron los ocupados asalariados y los patronos o empleadores.
Los resultados en el año 2012 dan cuenta que la mayoría de los pobres se encuentran realizando actividades relacionadas con la agricultura, pesca y minería (54.0%). Este porcentaje asciende a 79.6% en la PEA pobre extrema; mientras que la PEA no pobre que labora en esta actividad es el 17.8%. Comparado con lo registrado el año 2011, la proporción de trabajadores dedicados a la agricultura disminuye entre los pobres.
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La población pobre se caracteriza por su bajo nivel de educación. Los pobres extremos y pobres no extremos acceden mayoritariamente al Seguro integral de Salud.
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Los hogares según situación de pobreza presentan características diferenciadas, en el  tamaño, composición, edad del jefe de hogar, acceso a servicios básicos, etc. Según la composición demográfica de los hogares, el de los pobres (incluidos los pobres extremos) no sólo tiene un mayor tamaño sino que también están conformados por una mayor proporción de niños/niñas y adolescentes implicando, por consiguiente, mayores tasas de dependencia económica en dichos hogares.
En el 2012, en el 75.4% de los hogares pobres del  país había al menos un niño/niña o un/una adolescente, mientras que en los hogares no pobres la proporción fue menor (57.5%). Esta mayor proporción de población menor de 18 años de edad entre los pobres se asocia a las aún altas tasas de fecundidad. Comparado con el año 2011, la proporción de niños/niñas y adolescentes en los hogares pobres ha disminuido en 2.5 puntos porcentuales.      
En el caso de los hogares no pobres, esta proporción disminuyó en 1.7 puntos porcentuales respecto al 2011. Por otro lado, el 42.5% de los hogares no pobres tienen entre sus miembros al menos a una persona mayor de 18 años, en el caso de los hogares pobres es el 24.6%.
La información sobre Tecnologías de Información y Comunicaciones en los hogares, permite conocer el acceso de los hogares a estos medios y así evaluar las brechas tecnológicas existentes.
En el año 2012, del total de hogares pobres solo el 6.2% contaba con teléfono fijo. Los hogares pobres extremos que tienen este servicio llegó solo al 0.9%; mientras que los hogares no pobres el 35.7% tiene en sus hogares teléfono con línea fija.
FIRMADOS Nro 182 / Callao, julio 4, 2013

LA EDUCACIÓN CONTÍNUA, UNA NECESIDAD DE LAS IMF

En el ámbito de la industria microfinanciera, la capacitación continua es fundamental para perfeccionar tecnologías, metodologías, estrategias y procesos. Por la complejidad de esta herramienta de carácter social y los constantes cambios que trae consigo el proceso de globalización, especialmente en el rubro del desarrollo económico, es muy importante el entrenamiento de las personas que laboran en las IMF.
Es necesario seguir mejorando los servicios que se brindan a la micro, pequeña y mediana empresa, pero también perfeccionar las metodologías que se utilizan al interior de la industria microfinanciera peruana.
La tecnología crediticia exige cada vez nuevos patrones de acuerdo con la actual realidad nacional, pero al mismo tiempo acorde con los estándares internacionales. Éstas responden a necesidades del mundo contemporáneo como nación emergente, cuya economía crece cada día más, pero al mismo tiempo mantiene tendencias de exclusión social en zonas urbano-marginales de la costa y en comunidades rurales de la sierra y selva.
La competitividad demanda también mayor capacitación especializada en los cuadros gerenciales en materia de gestión empresarial, controles internos, administración de los riesgos empresariales, gobierno corporativo y reputación organizacional. Esta competencia debe comprometer a los directorios, gerencias, jefaturas y personal en general.
Para afrontar la creciente competitividad empresarial del siglo 21, urge que las organizaciones microfinancieras estén preparadas para asumir los cambios necesarios en los servicios y productos que brindan. Se sabe que el mayor bien preciado en estos tiempos es el conocimiento, y si éste está acorde con los cambios que se producen en el mundo, mejor aún.
Desde esta perspectiva, es importante invertir en el entrenamiento que requieren las personas que laboran en las instituciones microfinancieras. Un facilitador o analista capacitado estará en mejores condiciones para evaluar un crédito, y un gerente actualizado también lo estará cuando tenga que tomar un decisión a favor de la organización microfinanciera.
Por el lado de los directores, éstos si bien es cierto representan a diversas entidades públicas y privadas, con el debido entrenamiento podrán estar en condiciones de entender lo que significa industria microfinanciera en el Perú. Es lamentable que existan directores de IMF que desconozcan el rol social de las microfinanzas, y crean sólo que se trata de un negocio financiero. Es cierto que es un negocio financiero, pero también es una herramienta de desarrollo social. Esa es la función que la diferencia de los bancos comerciales. De ahí la importancia del gobierno corporativo.
El entrenamiento nunca será un gasto, sino una inversión de gran sentido social. Por cierto que se corre el riesgo que una persona entrenada puede migrar a otra institución financiera por un mayor incentivo económico, de ahí la necesidad que suscribir cartas-compromisos que vinculen por algunos años al beneficiado con la institución que financió su capacitación. Cuando los bancos comerciales (con la excepción de Mibanco) decidieron ingresar al segmento de las microfinanzas, no fue ético que algunos altos ejecutivos entrenados por las IMF, se incorporen a entidades bancarias que nunca financiaron su capacitación.  
Sin embargo, a pesar de algunas complicaciones y limitaciones que puedan presentarse en el camino el entrenamiento no sólo capacita y especializa a las personas, sino que también lo motiva a superarse en el trabajo que realiza cada día.
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Es necesario seguir mejorando los servicios que se brindan a la micro, pequeña y mediana empresa.

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FIRMADOS Nro 181 / Lima, julio 4, 2013

¿CÓMO COBRAR CON ÉXITO HOY?

En el mundo de las finanzas populares y solidarias, las cobranzas y recuperaciones son acciones muy sensibles porque de lo que se trata es de evitar perder a los clientes.
¿Es posible recuperar los créditos perdidos? En algunos casos, dependiendo de la situación, sí se recuperan los créditos y no se pierde al cliente. El manejo de crisis en situaciones especiales ayudará mucho a conservar al asociado. La experiencia nos demuestra que un cliente bien tratado, sí permanece en la organización. Dependerá también de quién es la persona que asumirá el rol de trabajar en su vida.
No debemos ver a los clientes como simples vehículos para canalizar los créditos, sino ver en un socio cooperativo a un accionista también de la organización. No solamente se presta dinero a los asociados en el caso de una cooperativa, sino a personas naturales, empresas y otras organizaciones integradas por emprendedores.
Los clientes siempre “tienen” una razón para atrasarse en sus pagos, especialmente cuando ocurre con los “clientes cooperativos” que son a su vez, accionistas de la organización. .
Sin embargo, hay situaciones difíciles que merecen un tratamiento especial. Muchas veces, el analista o asesor de cobranzas o recuperaciones tiene que realizar una labor pastoral para recuperar al cliente en primer lugar, y luego el crédito mismo. Se trata de trabajar en vidas porque cada socio cooperativo o cliente comercial es un mundo aparte.
Evidentemente, hay diferencias entre un cliente cooperativo y un cliente corporativo o empresarial. El primero responde a intereses solidarios y es consciente que su aporte a la cooperativa no es un ahorro, sino un fondo que está destinado a ayudar a otros, incluyendo a él mismo.
Un cliente corporativo o empresarial sabe que la organización que le otorgará un crédito tiene objetivos de lucro y por lo tanto, también sus intereses son altos. Es decir, busca ayuda financiera a un precio mayor, pero es consciente de esta realidad.
La oficina de créditos o cobranzas de una cooperativa no está sólo para otorgar créditos a socios clientes u organizaciones como la pequeña y micro empresa, ni una simple oficina de coordinación.
Tiene que ver con los diversos tipos de tecnología crediticia, facilidad en el acceso al crédito, rapidez en el servicio al cliente, financiamiento de capital de trabajo, relación financiera a largo plazo, garantías, redes empresariales, asociatividad, adecuados controles internos y administración de riesgos empresariales.
También está vinculada con la evaluación, capacidad y voluntad de pago, así como el seguimiento y control de la morosidad y de los créditos mismos. Es decir, el cooperativismo como finanzas populares es ahora una ciencia que abarca todo lo escrito líneas arriba y mucho más.
¿Por qué una organización tiene una morosidad alta? Hay varios factores para que la morosidad se eleve en una cooperativa o institución microfinanciera. En algunos casos, alguien no está haciendo bien su trabajo, pero en otros, son hechos fortuitos los que motivan una cartera atrasada.
De hecho hay situaciones no contempladas en los manuales que genera que un socio o cliente no pague sus cuotas. Por ejemplo, la pérdida de empleo originada por la crisis financiera internacional o el incendio del negocio unipersonal. Cada cliente moroso es un caso particular.
En estos tiempos modernos de globalización, no solamente se caracteriza por el desarrollo tecnológico, los avances en la ciencia y el auge del comercio internacional, sino también por una mayor bancarización en la población. Este proceso de bancarización es también un elemento para analizar cuando se estudian los casos de cobranzas.
FIRMADOS Nro 180 / Lima, julio 3, 2013.

SUPERVISIÓN EFECTIVA EN LAS RECUPERACIONES

Un aspecto a tener en cuenta en estos tiempos contemporáneos es la supervisión efectiva. Muchos de los casos de morosidad se deben a una deficiente labor de análisis en el otorgamiento del crédito. Es verdad que hay excesiva liquidez en la mayor parte de las instituciones financieras que deben ser colocadas en el corto plazo, pero también es real que no se puede otorgar créditos a sola firma.
Muchas pequeñas empresas fracasan por el éxito. No analizan las consecuencias del emprendedorismo y por lo tanto fallan, quedando expuestos a créditos de las organizaciones cooperativas e incluso, de las microfinancieras. Las empresas quiebran por no interesarse en sus clientes.
El éxito es de todos, pero el fracaso es de uno. Se necesita conocer las competencias de los clientes.
¿Qué pasa cuando quiebra una empresa o un cliente deja de pagar? Obviamente cae en morosidad y eso es ya un problema para la cooperativa. Recuperar un crédito es muy trabajoso y costoso también.
Hay créditos vigentes, refinanciados, vencidos y judiciales. Se debe evitar caer en las dos últimas acepciones. Generalmente clasificamos al crédito del deudor como normal, CPP (con problemas potenciales), deficiente, dudoso y pérdida.
Para comprender mejor el mundo de las cobranzas y ver qué estrategias se deben aplicar, es necesario saber a qué tipo de riesgo se exponen el cliente y la cooperativa.
Comúnmente se cree que el otorgamiento de un crédito está solamente en el ámbito de los riesgos crediticios. No es así. Por ejemplo, también están en el grupo de los riesgos de mercado. ¿Por qué razones? Primero, porque hay un riesgo por la tasa de interés. En segundo lugar por el riesgo del precio, luego por el riesgo cambiario y finalmente por el de liquidez.
Asimismo, está el riesgo operacional. De ahí las razones porque el acuerdo Basilea I y II se preocupan por estos riesgos, no solamente para los bancos, sino que también se puede aplicar a las finanzas populares. Incluso Basilea III incide mucho en el tema de la liquidez. El cooperativismo tiene que cambiar con respecto a cómo percibe el riesgo.
Por esa razón, en el ámbito de las recuperaciones tampoco se puede mezclar la tecnología crediticia y las estrategias de cobranzas. La cobranza es parte integral del ciclo de crédito. Hay quienes creen que es la parte final del ciclo, pero en realidad es transversal a todo el proceso crediticio.
No olvidemos que tener portafolios de clientes con atrasos o incobrables es parte del negocio financiero. El problema radica cuando este porcentaje sobrepasa a los límites esperados. Aunque considerado como el paso final en el ciclo del crédito, en realidad la cobranza juega un rol más integral en este proceso.
La cobranza es un importante servicio que permite el mantenimiento de los clientes al igual que abre la posibilidad de volver a otorgar un crédito. Es decir, es un proceso estratégico y clave para generar el hábito y la cultura de pago en los clientes.
Tenemos muchas veces la creencia que la morosidad se presenta cuando el cliente deja de paga puntualmente su cuota, pero eso no es así. El problema está antes. Precisamente en el proceso previo de la evaluación, ahí se encuentra muchas veces el problema. No se trata de prestar por prestar, sino tener la firma convicción que el cliente pagará sus créditos. Para ello hubo un proceso de análisis y evaluación del cliente.
Firmados Nro 179 / Lima, 3 de julio de 2013