Monday, November 26, 2007

FOTO: Tumbas de cristianos en Efeso

Al costado de la legendaria y mítica iglesia de Santa Sofía en la ciudad turca de Estambul, se encuentran algunos restos traídos de la antigua ciudad bíblica de Efeso. El autor posa delante de las tumbas de los primeros cristianos, luego de ocurrida la dispersión de la iglesia narrada en la Biblia. En Efeso, aún se conservan intactas algunas columnas y parte del templo a la diosa Diana.

ARTICULO: "¿Creyentes o "perros del hortelano?"

El fin de semana, el presidente Alan García Pérez, escribió un par de artículos sobre la riqueza natural desaprovechada que tiene el país, titulados “Síndrome del perro del hortelano”, notas que están causando debates en algunos círculos políticos y académicos. Aunque no es materia de los artículos en mención, nuevamente está en la mesa de discusión el egocentrismo del peruano.

El jefe de Estado describe con riguroso acierto las estadísticas de tierras sin cosechar, montos exportables y posibles inversiones en determinados sectores. Recuerda que la Amazonía tiene más de 8 millones de hectáreas deforestadas y que la inversión acumulada en las AFP podría usarse en varios proyectos de reforestación a largo plazo. Describe también las posturas de peruanos vinculados a los sectores educación, agricultura y medio ambiente que se oponen a nuevas y mayores inversiones, en muchos casos por cuestiones ideológicas. Tal vez, el presidente por prudencia no ha mencionado nombres de personas y gremios, que según los medios de comunicación, son los principales opositores del desarrollo social y auspiciadores de la continuidad de la pobreza urbana y rural.

Como ciudadanos que profesamos la fe evangélica, los artículos del presidente deben llevarnos a una reflexión seria, sin apasionamientos ideológicos o confesionales. Es cierto que en el Perú se practica una política de “perro del hortelano” con enfoque de “ley del embudo”. Es decir, “lo ancho para mí y lo angosto para ti”. En más de una ocasión he escuchado en certámenes internacionales la historia de los cangrejos: “Habían dos cestos de cangrejos, uno con tapa y el otro sin ella. En el cesto con tapa están los cangrejos de tal país. La tapa asegura que no puedan escapar. En el cesto sin tapa están los cangrejos peruanos. Ellos no pueden escaparse, porque si uno intenta hacerlo, el otro le jala la pata y cae así al fondo. Jamás ninguno de ellos podrá llegar al borde de la cesta”.

Aunque no es una práctica en general de la iglesia evangélica, algunos cristianos también transitan por los caminos del “perro del hortelano”. Y esta afirmación la escribo en el sentido más lato de la frase. Muchas veces, creemos que sólo nosotros podemos interpretar los problemas sociales del país. Algunos creyentes podrían encajar en las descripciones del presidente, pero no por concepciones ideológicas, sino por el fruto de su vida. Poco estamos haciendo para hacer notar la diferencia del nuevo estilo de vida que profesamos en Cristo. La recomendación paulina sobre “las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas”, la hemos resumido sólo para la iglesia, en vez de ser un testimonio ante el mundo incrédulo. Entre un renacido en Cristo y un ciudadano cualquiera hay una diferencia abismal.

No obstante, el cristiano apuesta por el cambio y busca siempre el desarrollo social que trae bienestar personal. El creyente no es un mediocre opositor a la construcción del nuevo país, basado en valores éticos y principios bíblicos. La descripción de I Corintios 13, encaja perfectamente en su vida. Como individuo es solidario, trabaja en equipo, es competitivo, tiene visión de futuro, es servicial y practica la ayuda mutua.

Aún en lo social, sobran ejemplos para describir el aporte de la iglesia evangélica en la sociedad peruana. Sólo en el sector educación podemos citar el derecho de las niñas e indígenas para estudiar en escuelas públicas. También la obligatoriedad y gratuidad de la educación primaria que fue iniciativa de los pioneros en el siglo XIX. Incluso, hoy hay cientos de colegios cristianos que contribuyen, no sólo con mejor currícula académica, sino con la formación de alumnos con principios morales y espirituales, capaces de contribuir al cambio social. También se afirma que hay un déficit de lectura en el país, pero este criterio no es una verdad para la iglesia. Desde el hogar y la Escuela Dominical, los creyentes están acostumbrados a leer diariamente la Biblia y otros libros religiosos. El creyente lee, pero sobre todo medita en ello.

Asimismo, el maestro cristiano se diferencia de sus colegas por muchas razones y siempre está en la vanguardia. Pero todo ello no es motivo de vanagloria o exquisitez alguna. Por el contrario, con humildad y sabiduría, el maestro cristiano pone a disposición de sus alumnos todo su conocimiento y experiencia. Allí radica la diferencia.

Si bien es cierto que en los artículos del presidente se hace énfasis a peruanos que se oponen al desarrollo social sin argumentos o por razones políticas, desde hace muchos años, el creyente está participando activamente en la construcción de un nuevo país. El cristiano no necesita reconocimiento alguno, pero si es importante que la nación en su conjunto sepa cuál es el fruto de quienes profesan una vida diferente en todo.

FIRMADOS Nº 041
LIMA, Noviembre 26, 2007

Friday, November 09, 2007

FOTO: En la Cámara de Comercio de Lima

En la oficina de la Cámara de Comercio, donde el autor trabajó por tres años como editor de la revista Comercio & Producción, publicación líder de economía en el rubro de revistas peruanas. En el escritorio, nótese algunas portadas de la famosa revista de economía y finanzas.

ARTICULO: TLC y la oportunidad para la pyme

Con la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos por parte de la Cámara de Representantes de ese país, el Perú ingresa a una nueva etapa en su vida económica. Aunque falta la ratificación del senado estadounidense, el TLC es ya una confirmación para esa nación andina, cuna del gran imperio incaico y capital del nuevo mundo durante casi tres siglos de dominio español.

Aunque el TLC entrará en vigencia a mediados del 2008 como Acuerdo de Promoción Comercial, urge que las empresas peruanas se preparen para ingresar al principal mercado del mundo con 300 millones de potenciales compradores con per cápita superiores a los US$ 37,000 y alta capacidad adquisitiva, frente al per cápita de sólo US$ 2,900.00 de los 28 millones de peruanos.

Como el Perú es una economía en crecimiento, el TLC es la gran oportunidad que tienen las pequeñas empresas para promocionar sus diversos productos que tienen, incluyendo los servicios y destinos turísticos. De ahí que los sectores público y privado deben impulsar a la industria microfinanciera como herramienta básica para luchar contra la pobreza. Mucho se dice de las ventajas para las grandes empresas, pero ellas no necesitan TLC ni ATDEA porque para hacer negocios no requieren acuerdos particulares porque ya tienen mercados cautivos.

La gran oportunidad es para las pequeñas y medianas empresas. Es tiempo que el mundo consuma productos peruanos como el yacón, aceituna, alcachofa, espárragos, uvas, cerámica, platería, maderas, paiche, metalmecánica, peces ornamentales, entre otros productos, que precisamente están en manos de pequeñas empresas productoras y comercializadoras.

Por cierto que el TLC también generará nuevas inversiones porque permitirá que las corporaciones extranjeras lleguen con mayores inversiones. En la actualidad el Perú tiene un superávit comercial de los Estados Unidos por encima de los US$ 3,000 millones, razón por la cual el TLC siempre será favorable por la sencilla razón que los productos peruanos tendrán acceso preferencial para no pagar aranceles.

Entre los criterios básicos de la agenda pendiente de la administración del presidente Alan García no debe faltar la capacitación y asesoría a las pyme a fin de conformar cadenas productivas y alcanzar grandes cantidades de productos exportables. Esta práctica permitirá también que el gobierno fomente la inversión social y para ello se debe generar una política de inclusión, criterio basado en la educación para todos, desarrollo de infraestructura para ser competitivos y acceso a la salud.

Desde esta perspectiva, la seguridad jurídica es clave para la captación de nuevos capitales, ofreciendo excelentes oportunidades para evitar que las inversiones se orienten hacia China e India, países que están recibiendo inversiones de todo el mundo. El futuro ya se conoce. El mundo será menos occidental y cada vez más oriental, donde los negocios internacionales se irán donde encuentren facilidades para invertir.

Esta oportunidad también debe generar una nueva concepción laboral. La competitividad no depende del tamaño de la empresa, sino de la capacidad de gestión. Todo está basado en la confianza de las personas (proveedores, clientes, operadores, trabajadores, empresarios, etc.), virtud que debe generar transparencia financiera, responsabilidad empresarial, defensa del medio del ambiente, certificaciones de calidad, cumplimiento de derechos laborales, buenas prácticas de gobierno corporativo, etc. Las empresas de vanguardia están aseguradas con ventas a futuro mediante acuerdos comerciales como el TLC.

FIRMADOS Nº 040
LIMA, Noviembre 9, 2007