Sunday, August 23, 2009

REPRESENTANTES DE LA FTL - PERU

El autor con los representantes del capítulo peruano de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, entre quienes están Víctor Arroyo, Tito Paredes, Alejo Quijada y René Padilla. Sentada se encuentra Carmen Fajardo Méndez, quien labora en el Fondo Editorial del Congreso de la República.,

MICROFINANZAS EN EL PERU

El país pasa por un buen momento económico según las cifras macroeconómicas, aunque la realidad en algunos sectores revele lo contrario, especialmente en zonas altoandinas y comunidades étnicas, donde la pobreza se mantiene en niveles de naciones bananeras.

En el rubro de las microfinanzas, el Perú es líder en América Latina. También es cierto que este fenómeno está alcanzando altos niveles de crecimiento y se ha convertido en el principal indicador de la economía peruana. Aunque no tiene el respaldo gubernamental como debería ser, es el sector privado el que está asumiendo el reto de usar esta herramienta y darle valor agregado al desarrollo del país.

Si bien es real que la industria microfinanciera es la vedette de la economía emergente, muchos aún ignoran el rol social que cumple, razón por la cual sólo atinan a conformarse con dependencias gubernamentales u oficinas bancarias para otorgar préstamos financieros.

La industria microfinanciera es más que simples oficinas de coordinación y no sólo debería representar préstamos al sector de la pequeña y micro empresa. Tiene que ver con los diversos tipos de tecnología crediticia, facilidad en el acceso al crédito, rapidez en el servicio al cliente, financiamiento de capital de trabajo, relación financiera a largo plazo, garantías, redes empresariales, asociatividad empresarial, adecuados controles internos y administración de riesgos empresariales.

También está vinculada con la evaluación, capacidad y voluntad de pago, así como el seguimiento y control de la morosidad y de los créditos mismos. Pero todo ello carecería de importancia, si los microcréditos no están contribuyendo con la erradicación de la pobreza y la generación de mayores empleos.

La experiencia de las cajas municipales de ahorro y crédito, cajas rurales, cooperativas de ahorro y crédito, Edpyme y diversas organizaciones no gubernamentales es vital para entender a ciencia cabal qué es la industria microfinanciera y cómo articularla con el desarrollo del país.

Si sólo tomamos como ejemplo, la experiencia de las cajas municipales, observaremos la importancia que tiene en el desarrollo de miles de empresas. La existencia de las cajas ha sido muy positiva en la promoción y desarrollo del empresariado vinculado a la micro y pequeña empresa.

No debemos olvidar que las cajas municipales inician formalmente el microcrédito en nuestro país. Son las pioneras de las microfinanzas. Antes nadie otorgaba créditos al empresario Pyme o Mype, por eso empiezan con el crédito pignoraticio; y también, ante la falta de trabajo se reactivan los micro y pequeños negocios.

MIEMBROS DE LA FTL

El periodista con los algunos miembros de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, entre los que destacan Víctor Arroyo y Darío López. También está el periodista Wilfredo Quiroz Fuentes y la asesora del Congreso de la República, Saida Espinoza Somocurcio.

Tuesday, August 18, 2009

CRECIMIENTO Y SOSTENIBILIDAD

Después de tantos meses de crecimiento, la economía peruana sintió la recesión internacional en el primer semestre que sólo ha crecido 0.34%, a pesar del Plan de Estímulo Económico (PEE) que el gobierno desarrolló para aplacar en parte el impacto de la recesión mundial.

Los porcentajes del estatal Instituto Nacional de Estadística e Informática ha puesto paños fríos al exagerado optimismo de quienes afirmaban que Perú posee una fortaleza económica a toda prueba. Eso no es cierto, por mucho que la economía se maneje responsablemente, las secuelas de la recesión tiene que afectar en algo y ahí están las cifras.

No obstante el optimismo del presidente Alan García Pérez, la economía tuvo una contracción de 2.08% en el mes de junio (referente del crecimiento) con respecto al mismo mes del año pasado. Pero no sólo ha caído el PBI, sino también se empieza a notar secuelas de la contracción y recesión. Por un lado ha crecido la morosidad bancaria que por cuarto mes consecutivo arroja cifras negativas, como consecuencia de la contracción en la situación e ingresos de los trabajadores, y por el otro lado, la producción ha caído considerablemente. Por cierto que no es nada grave, pero ha caído.

Según cifras de la Asociación de Bancos, la morosidad creció 1.65% en julio y 1.62 en junio. Es decir, las personas no tienen capacidad de pago por el momento. Este dato tiene estrecha relación con el incremento del desempleo que subió en el segundo trimestre de este año (mayo-julio) en 8.2% con respecto al mismo período del año pasado y 0.1% con relación al primer trimestre de este año.

En términos generales, notamos una ligera contracción en todas las actividades económicas, especialmente en los rubros de manufactura y construcción, principales indicadores del PBI. A pesar del esfuerzo del sector construcción, aún no se observan visos de mayor crecimiento.

El crecimiento del 10% del año pasado ahora se contrasta con apenas el 0.34 de expansión para la primera mitad del año. Por cierto que aún es prematuro adelantar cifras, pero las correcciones en las proyecciones de crecimiento del Ministerio de Economía, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y divisiones de estudios económicos de los bancos comerciales con respecto al PBI para este año no son alentadoras.

Ha caído la demanda interna y se han perdido algunos puestos de trabajo. La desaceleración no es un buen indicador para la administración García que pretende impulsar el gasto público para atenuar en parte el impacto de la recesión y reactivar la demanda interna. En esta área, García no tiene tantos aliados, sino pasivos colaboradores en los gobiernos regionales que con “cuenta gotas” están invirtiendo los fondos públicos. Ahí hay un cuello de botella que se podría traducir en nuevos conflictos sociales.

Si bien es cierto que la pobreza se ha reducido en áreas urbanas, ésta sigue igual o peor en zonas altoandinas y comunidades étnicas amazónicas. Por esos lugares, casi no hay presencia del Estado. Sólo en el primer semestre se gastó un tercio de los US$ 3,200 millones contemplados en el Plan de Estímulo Económico.

Si el gobierno espera tener un buen resultado a finales de año, urge que parte del PEE se cumpla a cabalidad y que las regiones inviertan todos su presupuestos. Sólo así se podrá mantener un crecimiento sostenido y saludable para el Perú, dejando de lado falsas expectativas y exagerados optimismos frente a la crisis financiera internacional.

Monday, August 10, 2009

EN LA CIUDAD DE HUANCAYO

Compartiendo la gastronomía huanca en la ciudad andina de Huancayo, en mayo de 2008, cuando se celebró el Congreso Nacional de Microfinanzas. El autor (tercero de izquierda a derecha) es periodista especializado en Economía.

UN PROYECTO SOCIAL PARA EL PERÚ

El pasado 28 de julio, el Perú cumplió 188 años de vida republicana. El presidente de esa nación andina y amazónica, disertó en su acostumbrado mensaje anual acerca de la esperanza de construir un mejor país. Por cierto que este año no ha sido la excepción; más de 28 millones de peruanos siguen esperando la fórmula que los lleve al ansiado desarrollo económico.
Al margen del mensaje presidencial, los peruanos tienen su propia agenda. De ahí la necesidad de contar con un proyecto nacional que arribe a metas comunes y específicas. El gran proyecto nacional debe involucrar voluntades, visiones y hasta pensamientos.

Por el lado económico, está la necesidad de continuar con el plan de inversiones, públicas y privadas, en todo el ámbito nacional. Inversiones que no sólo se orienten a los grandes proyectos, sino también a la reactivación de la pequeña y micro empresa, desde la perspectiva de las microfinanzas como herramienta para reducir la pobreza, y que muy bien el ministro de Economía, Luis Carranza Ugarte, hace énfasis para luchar contra la pobreza.

La independencia económica es clave para el desarrollo de los pueblos, independencia que no significa mayor presupuesto, sino una nueva visión en los programas sociales. Sólo la independencia económica de los pueblos nos ayudará a reducir la pobreza en el país.

Si bien es cierto que se tiene como principal obstáculo las consecuencias de la crisis financiera internacional, la reactivación de la demanda interna es una necesidad que no debe obviarse. Urge que las regiones continúen con su plan de inversiones, pero para ello es necesario que se realice también transferencias de tecnologías y experiencias en la elaboración de expedientes técnicos y proyectos de inversión. Que el Sistema Nacional de Inversión Pública no sea una traba para desarrollar inversiones públicas en las regiones.

Por el lado de la reducción de la pobreza hemos comprobado que las microfinanzas son una herramienta importante para alcanzar metas sociales. Esta no debe verse solamente como un impulso a la pequeña y micro empresa, que nos parece bien para desarrollar pequeñas economías. Nos referimos al rol social de la industria microfinanciera en los diversos programas de economía solidaria que van desde los bancos comunales hasta la conformación de actividades microempresariales en comunidades urbano-marginales, comunidades rurales y grupos étnicos.

En el ámbito social hay una recargada agenda pendiente de muchos años que se traducen en una deuda social con los diversos pueblos hermanos, especialmente de la sierra y selva peruana. Los últimos conflictos con los grupos amazónicos han dejado importantes lecciones para el futuro.
Desde esta perspectiva, el diálogo sigue siendo la principal herramienta en la solución de conflictos. La conformación de “mesas de trabajo” con los protagonistas es clave para alcanzar la armonía y paz entre los pueblos. Dejarlos de lado, implicaría provocar innecesariamente nuevos y probablemente mayores conflictos sociales.

En conclusión, el gran proyecto nacional que la nación aspira debe recoger criterios básicos como las microfinanzas como herramienta para reducir la extrema pobreza.