Entonces,
son los emprendedores quienes forman a las MIPYME y todos sabemos por el tamaño
de las economías y volúmenes de producción y ventas, también son las que
generan cortos y rápidos puestos de trabajo, constituyéndose en algunos casos
en proveedores de grandes empresas, corporaciones transnacionales o del sector
público como ocurre en los países asiáticos.
EL PERÚ
Perú
es un caso sui géneris en América Latina. Cerca del 98.4 por ciento son MIPYME.
Una nueva modalidad que estamos notando en el país son la realización de
diversas ferias y exposiciones de negocios.
Como
se sabe, en las naciones emergentes, el rol de la micro y pequeña
empresa en el desarrollo económico siempre es fundamental, y en el caso
peruano, no es la excepción. Algunas veces se cree que solamente el apoyo
financiero es lo único que necesitan las MIPYME. No es así, ellas impulsan a la
llamada industria microfinanciera. Es un craso error ver las cosas entre
billetes y monedas. El aporte va más allá del capital de trabajo. Las
microfinanzas impactan en la vida misma de los emprendedores.
Las microfinanzas apoyan a los
empresarios de la mediana, pequeña y microempresa. Si somos estrictos en las
estadísticas, ese 98.4% son, precisamente, estas unidades de negocios.
Las MIPYME son generadoras de
diversas fuentes de empleo y al ser ayudadas por las instituciones
microfinancieras contribuyen con la creación de mayores y nuevos puestos de
trabajo, fomentan el desarrollo empresarial, formalizan los negocios, fortalecen
el pago de impuestos y tributos al fisco, incentivan la “bancarización” e
impulsan mejores niveles de vida de miles de emprendedores, básicamente en los
sectores de salud y educación. También ayudan a la reducción de la
informalidad, que ahora con las consecuencias de la pandemia, el 90% de la
empleabilidad en la pequeña y microempresa es informal. Obviamente, miles de
empresas han desaparecido y otras han cambiado el rubro de negocios para poder
sobrevivir.
Aún
fortalece la política de género porque usualmente se cree que género es
sinónimo de movimientos feministas y organizaciones que promocionan los “derechos”
de la mujer y hasta la “igualdad de sexos”. Debemos reconocer que la frase
“género” ha sido demasiada manoseada, desvirtuando la esencia de la
palabra. Nosotros nos referimos al trabajo que exclusivamente realizan las
mujeres emprendedoras, aquellas que desde una MYPE o PYME han logrado salir
adelante y están haciendo todos sus esfuerzos para conquistar mercados con sus
productos y servicios. La experiencia en dos años de aplicación de la
política de género del Banco Interamericano de Desarrollo a favor de las
mujeres emprendedoras es interesante. Han logrado avances en inversiones
directas en igualdad de género, así como en otros proyectos que desarrolla
institución.
En reciente Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacifico (APEC por sus siglas en inglés del
Asia-Pacific Economic Cooperation) que se realizó el año pasado en el Perú,
tuvo por tema: “Empoderar, Incluir y Crecer", revelando un nuevo escenario
para las microfinanzas globales, especialmente, ahora que muchos países están
viviendo un tiempo de post pandemia con relativo éxito.
Por
eso, cada 16 de abril se celebra el Día Internacional del
Emprendimiento, una fecha que rinde homenaje a quienes apuestan por sus ideas,
crean negocios y contribuyen al crecimiento económico del país. En el Perú,
esta iniciativa cobra especial relevancia por el dinamismo y la resiliencia de
sus emprendedores. Es una jornada que tiene como objetivo dar visibilidad a
todas estas personas e impulsar la generación y el desarrollo de nuevos
proyectos.
El
emprendimiento se refiere a la capacidad de una persona o grupo de
personas para generar y desarrollar un negocio o proyecto, con el objetivo de
generar valor económico y social. Idealmente, se caracteriza por la innovación,
la creatividad y la capacidad de asumir riesgos.
Entre
las características y habilidades de un emprendedor de éxito
están: Comunicación efectiva. Liderazgo, Visión estratégica, Capacidad de
trabajo en equipo, Pasión por el trabajo, Actitud positiva, Adaptabilidad a los
cambios, Creatividad e innovación, Motivación, Gestión del tiempo, Resiliencia,
Empatía, Pensamiento crítico, etc.
Un
emprendimiento debe tener la capacidad de crecer para que los ingresos
comiencen a ser más altos que los costos. Además, junto con la característica
de adaptabilidad, un nuevo proyecto debe encontrar la manera de escalar a largo
plazo y seguir siendo rentable en el mercado en el que se encuentre. Recuerden
que el éxito es la suma de fracaso, más fracaso, más fracaso, etc.
FIRMADOS № 269
Lima, ABRIL 2025.
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