Es más, el inciso tercero del mismo artículo reafirma este derecho afirmando que "El libre ejercicio de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda la moral ni altere el orden público". Y efectivamente, desde que se instauró la democracia en el Perú, el 18 de mayo de 1980, así ha sido.
Los organizadores de la marcha, calculan entre 25 y 30 mil personas, quienes desfilarán desde la Plaza "Manco Cápac" en el distrito de La Victoria hasta la Plaza Bolívar, lugar donde se encuentra el Congreso de la República. Los participantes portarán carteles alusivos a la paz y vestirán camisetas blancas. Ante tantas jornadas de protestas callejeras y violentas, será un escenario frívolo para las cámaras de televisión.
Por falta de coordinación, en esta marcha no participarán las iglesias evangélicas tradicionales (denominaciones), ni el ente representativo de las congregaciones cristianas no católicas como, como el Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP). Es más, pareciera que esta convocatoria no tiene el respaldo total de los evangélicos y da la impresión que la iglesia estaría dividida, porque incluso se han levantado voces que cuestionan la legitimidad de esta marcha y la tildan de "política". Sin embargo, el espíritu de reinvidicar la igualdad religiosa, late en el corazón de todos los creyentes de cualquier denominación o iglesia.
El CONEP ha difundido un comunicado donde informa que se abstiene de participar por "razones de estrategia" y explica los motivos. Los representantes de las denominaciones históricas como Las Asambleas de Dios, Pentecostal y Bautistas no participarán porque consideran que esta marcha tiene un "tinte político", aunque los organizadores han desmentido esta afirmación. En el grupo de las iglesias evangélicas, Las Asambleas de Dios e Iglesia Pentecostal son las más numerosas en el país.
Sin embargo, para ilustrar al lector debemos explicar algunos detalles. Desde hace más de cien años, las iglesias evangélicas han luchado para establecer las libertades de cultos y de religión, logrando con mucho esfuerzo, dolor y muerte que esos derechos estén consagrados en las dos últimas Constituciones (1979 y 1993).
Con el transcurrir del tiempo, de las iglesias evangélicas y de la iglesia católica han nacido movimientos afines con creencias y liturgias que se ubican entre las dos corrientes de fe. A esas nuevas congregaciones se les conoce como comunidades cristianas o carismáticas, y están más cerca de la iglesia evangélica que de la católica. Para el común de la gente, todos son "evangélicos" o "cristianos", situación que para cualquier creyente da lo mismo, aunque cada grupo mantiene sus propias normas de fe y práctica. Así como en la iglesia católica hay diversas órdenes religiosas, pero una sola iglesia con su autoridad en Roma, los creyentes evangélicos y carismáticos son también un solo pueblo, pero teniendo como única autoridad al Dios de la Biblia.
Son los creyentes carismáticos quienes convocan, mediante sus organizaciones, la marcha del 11 de junio, apoyadas por algunas denominaciones evangélicas tradicionales como la Alianza Cristiana y Misionera, y el Movimiento Misionero Mundial, entre otros.
La convocatoria a la gran marcha tiene por finalidad exigir la igualdad religiosa en el país, en virtud que entre evangélicos y carismáticos suman algo más del 15 por ciento de la población peruana. Una cifra nada despreciable para cualquier elección popular. Prueba de ello es la participación de los cristianos en la actividad política en los últimos 15 años.
FIRMADOS N° 079
Lima, Mayo 28, 2009
No comments:
Post a Comment