Friday, May 29, 2009
DESDE EL LEJANO SOL NACIENTE DEL JAPÓN
EL DERECHO DE LAS MINORÍAS RELIGIOSAS
Lima, mayo 29, 2009
Thursday, May 28, 2009
ONOMÁSTICO DEL PERIODISTA
LA MARCHA EVANGÉLICA DEL 11 DE JUNIO
Es más, el inciso tercero del mismo artículo reafirma este derecho afirmando que "El libre ejercicio de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda la moral ni altere el orden público". Y efectivamente, desde que se instauró la democracia en el Perú, el 18 de mayo de 1980, así ha sido.
Los organizadores de la marcha, calculan entre 25 y 30 mil personas, quienes desfilarán desde la Plaza "Manco Cápac" en el distrito de La Victoria hasta la Plaza Bolívar, lugar donde se encuentra el Congreso de la República. Los participantes portarán carteles alusivos a la paz y vestirán camisetas blancas. Ante tantas jornadas de protestas callejeras y violentas, será un escenario frívolo para las cámaras de televisión.
Por falta de coordinación, en esta marcha no participarán las iglesias evangélicas tradicionales (denominaciones), ni el ente representativo de las congregaciones cristianas no católicas como, como el Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP). Es más, pareciera que esta convocatoria no tiene el respaldo total de los evangélicos y da la impresión que la iglesia estaría dividida, porque incluso se han levantado voces que cuestionan la legitimidad de esta marcha y la tildan de "política". Sin embargo, el espíritu de reinvidicar la igualdad religiosa, late en el corazón de todos los creyentes de cualquier denominación o iglesia.
El CONEP ha difundido un comunicado donde informa que se abstiene de participar por "razones de estrategia" y explica los motivos. Los representantes de las denominaciones históricas como Las Asambleas de Dios, Pentecostal y Bautistas no participarán porque consideran que esta marcha tiene un "tinte político", aunque los organizadores han desmentido esta afirmación. En el grupo de las iglesias evangélicas, Las Asambleas de Dios e Iglesia Pentecostal son las más numerosas en el país.
Sin embargo, para ilustrar al lector debemos explicar algunos detalles. Desde hace más de cien años, las iglesias evangélicas han luchado para establecer las libertades de cultos y de religión, logrando con mucho esfuerzo, dolor y muerte que esos derechos estén consagrados en las dos últimas Constituciones (1979 y 1993).
Con el transcurrir del tiempo, de las iglesias evangélicas y de la iglesia católica han nacido movimientos afines con creencias y liturgias que se ubican entre las dos corrientes de fe. A esas nuevas congregaciones se les conoce como comunidades cristianas o carismáticas, y están más cerca de la iglesia evangélica que de la católica. Para el común de la gente, todos son "evangélicos" o "cristianos", situación que para cualquier creyente da lo mismo, aunque cada grupo mantiene sus propias normas de fe y práctica. Así como en la iglesia católica hay diversas órdenes religiosas, pero una sola iglesia con su autoridad en Roma, los creyentes evangélicos y carismáticos son también un solo pueblo, pero teniendo como única autoridad al Dios de la Biblia.
Son los creyentes carismáticos quienes convocan, mediante sus organizaciones, la marcha del 11 de junio, apoyadas por algunas denominaciones evangélicas tradicionales como la Alianza Cristiana y Misionera, y el Movimiento Misionero Mundial, entre otros.
La convocatoria a la gran marcha tiene por finalidad exigir la igualdad religiosa en el país, en virtud que entre evangélicos y carismáticos suman algo más del 15 por ciento de la población peruana. Una cifra nada despreciable para cualquier elección popular. Prueba de ello es la participación de los cristianos en la actividad política en los últimos 15 años.
FIRMADOS N° 079
Lima, Mayo 28, 2009
Friday, May 01, 2009
PERIODISTA MANUEL JESÚS ORBEGOZO
EL PERÚ Y LA INTEGRACIÓN COMERCIAL
El objetivo fue negociar la política de aranceles y la liberalización de mercados en el ámbito mundial en lo que se denominó Ronda de Doha, en alusión a la capital qatarí, donde se estableció que en el mediano plazo los 153 países busquen los mecanismos para liberalizar el comercio mundial. De tal manera que se puedan negociar acuerdos comerciales al amparo de las normas establecidas en la OMC.
Sin embargo, hasta la fecha hay pocos avances en ese tema, aún cuando hace unos meses en Ginebra, hubo el compromiso para deponer posiciones extremas y buscar un adecuado consenso en las negociaciones comerciales, especialmente con los subsidios agrícolas. La concepción de las naciones emergentes es que los países desarrollados eliminen o reduzcan en forma significativa la protección que dan a su agricultura, mediante los subsidios directos a los agricultores o a las exportaciones.
Desde el 2001 las diversas reuniones de ministros de Comercio y cumbres de la OMC han tratado este tema con el funesto resultado de haber logrado poco o nada. Incluso, hasta se formó en setiembre de 2003 el G-20 en la mexicana Cancún para acelerar este proceso, teniendo como premisa el plazo establecido en Doha que estableció un límite para eliminar totalmente los subsidios agrícolas a las exportaciones agrícolas y que vence en el 2013.
La principal traba está en la falta de decisión de los países industrializados para reducir sus subsidios. Estados Unidos ha reducido en parte los subsidios, pero eso no es suficiente.
No obstante, hay naciones como Perú y Chile que han avanzando en sus negociaciones, pero principalmente mediante acuerdos bilaterales. Los Tratados de Libre Comercio de Perú con los Estados Unidos, Chile y China son un claro ejemplo de lo que se puede ir haciendo propiciar cambios en el seno de la OMC y otras instituciones tutelares de la integración mundial y regional. Es decir, las negociaciones de carácter bilateral son ahora más efectivas que los propios acuerdos multilaterales de la Ronda de Doha, que aún no concluyen.
Por cierto que hay entrampamientos válidos y hasta legítimos. El tema de los subsidios agrícolas, los productos con propiedad intelectual, la apertura de los aranceles en materia agrícola, la protección de la biodiversidad y su posible protección mediante patentes, etc. son muchas veces difíciles de negociar. Es necesario que los países depongan sus posiciones para lograr acuerdos concretos, y evitar que los acuerdos de Doha sigan bloqueados. Si algunos no quieren ceder, difícilmente se lograrán acuerdos.
De ahí que el gobierno peruano, hace bien en tomar la iniciativa en los acuerdos bilaterales, aunque siempre serán más efectivas las negociaciones multilaterales porque el compromiso será mayor en las naciones y habría menos presión para los productos sensibles de negociación.
Los TLC con los Estados Unidos, Chile y China pueden constituirse en mentores para las futuras negociaciones del Perú, que en ese sentido está siguiendo el sendero trabajado por Chile, Japón, Malasia, Indonesia, Singapur, Filipinas, Tailandia, Corea del Sur y Vietnam, curiosamente naciones miembros de foro Asia Pacific Economic Council (APEC). Mirando las cosas desde esta perspectiva, estamos en buen camino.
La ministra peruana de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz Fernández, hace bien en abrir el mercado local y empezar a negociar con naciones como Japón y la Unión Europea, no obstante la crisis financiera internacional. Precisamente en tiempos de crisis, también se presentan las oportunidades para economías pequeñas como la peruana. Es más, también es una excelente época para que las negociaciones cumplan en parte, los acuerdos de Doha. Cerrar los mercados sería un absurdo para las economías pequeñas. No es qué compras, sino qué vendes.
Se afirma que un posible fracaso afectaría a las naciones pequeñas, pero consideramos que eso no será así. Los acuerdos tomados en Doha podrán fracasar si se mantienen obstinadamente la protección y subsidios a determinados productos, pero la esencia misma de la Ronda, se viene cumpliendo en los acuerdos bilaterales.
El Perú es una nación que respeta los acuerdos internacionales, pero sí estos no contribuyen al desarrollo social, hace bien en celebrar tratados bilaterales.
FIRMADOS Nº 078
Lima, Mayo 1, 2009