Como
se sabe, el Perú tiene el 14.2% de población evangélica según los resultados de
los Censos Nacionales de 2017 realizado por el INEI (Instituto Nacional de
Estadística e Informática), aunque encuestas recientes revelan que los
evangélicos representan aproximadamente el 22% de la población. Según Ipsos (enero
2018), el 75% de los peruanos son católicos, el 14% son evangélicos, el 5%
otras religiones y 6% agnósticos o ateos.
El
CONEP se formó en plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando era
presidente del Perú, Manuel Prado Ugarteche, quien gobernó al país en su
primera administración, en el mismo período de la contienda bélica, entre
diciembre de 1939 a julio de 1945.
CONSEJO DIRECTIVO
El
nuevo Consejo Directivo se eligió en la Asamblea General Ordinaria del 20 de
junio de 2025 con la participación de todos sus afiliados del ámbito nacional.
Esta
directiva está presidida por el Pr. Enrique Alva
Callupe, en representación de la Iglesia Evangélica Peruana (IEP),
integrado también por el Pr. Carlos Salcedo,
como vicepresidente en representación de la Iglesia Evangélica Pentecostal
Misionera.
Recientemente,
el CONEP celebró el pasado 21 de marzo su Asamblea General Extraordinaria en
Lima. Durante el acto, se tuvo la valiosa presencia de los presidentes de las
denominaciones, representantes de misiones y organizaciones de servicio
afiliadas, quienes tuvieron como objetivo fortalecer la institucionalidad y
responder a los desafíos actuales.
FUNDADORES
El
Concilio Nacional Evangélico del Perú cumplirá en noviembre 85 años de
ministerio cristiano sirviendo a la iglesia evangélica peruana en general, y
constituyéndose en el principal vocero de los cristianos no católicos en el
país.
Entre
los fundadores del CONEP en 1940 están la Iglesia Libre de Escocia (Free
Church of Scotland), Misión Latin Link (Enlace Latino) y Sociedad
Bíblica Peruana (SBP) y la denominación IEP (Iglesia Evangélica
Peruana), entre otras instituciones e iglesias. Ya existían los colegios
“América” del Callao (ex Callao High School, colegio metodista fundado el 15 de
setiembre de 1891), “San Andrés” (ex Anglo-Peruano, colegio presbiteriano
fundado el 13 de junio de 1917) y “María Alvarado” (ex Lima High School, colegio
metodista fundado en 1906).
El
otro fundador del CONEP fue la Misión Latin Link (Asociación Evangélica
Enlace Latino) que fue la continuidad de las antiguas misiones británicas RBMU
y EUSA, como refiere el pastor de la IEP Enrique Augusto Alva Callupe, también
estudioso de la historia evangélica en el Perú y nuevo presidente del CONEP. La
Misión RBMU (Regions Beyond Missionary Union / Unión
Misionera Regions Beyond) fue una sociedad misionera cristiana protestante
fundada por Henry Grattan Guinness y su esposa Fanny en 1873, y presente en el
Perú desde
1895. La otra misión fue la EUSA (Evangelical Union of South America) que fue una
organización misionera que operó en América del Sur
desde 1911 hasta 1975, pero que estuvo presente en el Perú desde 1920. La EUSA
se estableció en 1911 en la Convención de Keswick en Liverpool, Inglaterra.
Estaba formada por tres misiones existentes: la “Misión Evangélica
Sudamericana”, “Regiones Más Allá de la Unión Misionera” y “Ayuda para
Brasil”. Tanto
la RBMU como la EUSA fueron impulsoras de la formación del CONEP.
El
CONEP es la institución que representa a las iglesias evangélicas del país ante
el Estado y la sociedad peruana. Está integrado por diversas
organizaciones entre iglesias, misiones y organizaciones de servicio que
desarrollan su labor pastoral y misionera en todo el territorio nacional.
La
misión de la institución es promover el encuentro, el diálogo y la cooperación
de la comunidad evangélica para la acción conjunta al servicio de la iglesias y
el país.
Su
visión está posicionada por su capacidad proactiva para contribuir a la
transformación del ser humano y la sociedad peruana, fundamentada en los
valores del evangelio del Reino de Dios.
El
principal desafío que tiene el CONEP en esa agenda pendiente es fomentar la unidad
de la iglesia en general. Se puede pertenecer a distintas denominaciones, e
incluso, hasta tener liturgias diferentes, pero la unidad debe ser primordial
en todos aquellos que se llaman hijos de Dios. No hablo de unión, sino de
unidad. Es decir, tener unidad en la diversidad.
FIRMADOS
№ 274 / Lima, junio 2025
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