Por lo
tanto, las estimaciones y estudios de la OCDE son serias y hay que tomar en
cuenta sus proyecciones. En su informe
"Perspectivas Económicas de la OCDE: foco en América Latina” a junio 2025,
las proyecciones para el Perú son buenas.
El Perú
cerraría el año 2025 con 1.8% de inflación y crecería 2.8%, muy por debajo de
lo alcanzado el año pasado que fue de 3.3%, pero aún, así, superior al promedio
de América Latina que sería de 2.1% según la OCDE. Como se sabe, esta
institución es una organización intergubernamental que reúne a países,
principalmente con economías avanzadas, con el objetivo de promover políticas
que favorezcan el bienestar económico y social de la población global.
En el caso
peruano, el PBI llegará en el 2026 a 2.6%. Es decir, pasará del 2024 cuando
alcanzó el 3.3% a 2.8% a finales del 2025 y 2.6% en el 2026. Es decir, estamos
en caída, peor aún sabiendo que entramos a un período electoral, donde todo se
paraliza hasta saber qué pasará con la economía, después de las elecciones.
El Producto
Bruto Interno (PBI) creció 3.9% interanual en el primer trimestre de 2025,
acumulando cinco trimestres consecutivos de expansión, y la demanda interna
aumentó 6.0% por ciento interanual en el primer trimestre, según el Banco
Central de Reserva del Perú (BCRP).
En el ámbito
del comercio exterior, tenemos un superávit de la balanza comercial de bienes que
ascendió a US$ 6,886 millones en el primer trimestre de 2025, superior en US$ 2,128
millones al de similar periodo de 2024, según datos del BCRP.
Hasta nos va
bien en la remesas. Los envíos de remesas de trabajadores peruanos en el
exterior sumaron US$ 1,255 millones en el primer trimestre de 2025, monto que
representó un crecimiento de 5.5% con relación al mismo trimestre del año
anterior. Los Estados Unidos siguen siendo el principal origen de las remesas y
el de mayor incremento debido a la recuperación del empleo en dicho país.
Además, el sistema
financiero peruano es estable y sólido, según el análisis de la evolución
reciente de las finanzas del país, confirmó recientemente, Jorge Dámaso
Mogrovejo González, superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas, luego de
presentar el “Informe de Estabilidad del Sistema Financiero” a mayo 2025.
Pero
volviendo a las proyecciones de la OCDE, el Perú tendría la inflación más baja
de América Latina y el Caribe al final de año. La inflación llegaría al 1.8% al
igual que Costa Rica.
La economía
peruana sigue demostrando signos de robustez. La OCDE se centra en la
cooperación y el intercambio de experiencias entre los países miembros para
identificar las mejores prácticas en políticas públicas y lograr un desarrollo
económico y social sostenible.
Los
principales indicadores económicos nos hablan de fortaleza, pero debemos tener
cuidado con esa caídas sostenibles. No echemos la culpa a factores foráneos, al
precio del petróleo o minerales, a la guerra Rusia-Ucrania, a la presencia
china o india, a la consecuencia aún de la pandemia, en el comercio mundial,
etc. Simplemente reforcemos nuestras debilidades y que los candidatos
sean serios en sus propuestas, nada de totalitarismos, estatizaciones,
ideologías foráneas, ni “nacionalizaciones”.
FIRMADOS № 273 / Lima, junio 2025
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