Por su ubicación estratégica y geopolítica en América Latina, el Perú está llamado a ser un centro internacional de certámenes mundiales y regionales, porque posee diversos recursos naturales, turísticos, gastronómicos y culturales que mostrar.
Tiene el reto de recuperar el liderazgo que tuvo en el incanato y virreinato cuando era el centro del comercio de occidente. Aún en la década de los sesenta, se hablaba en el continente del eje regional Sao Paulo – Buenos Aires -.Lima.
La capital peruana era paso obligado para la interconexión regional, situación que perdió por la aventurera gestión del mal llamado “Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada” que presidieron los generales Juan Velasco Alvarado y Francisco Morales Bermúdez.
La Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE) que se realizó en mayo reveló que el Perú tiene mucho que mostrar al mundo, pero adolece de lugares adecuados para realizar grandes concentraciones internacionales. Si bien es cierto que el Museo de la Nación, lugar donde también se realizó la Asamblea de Gobernadores del BID en 2004, fue el recinto de estos certámenes internacionales, también es real que no hay un lugar construido explícitamente para congresos y convenciones mundiales.
Urge entonces, promover a la ciudad de Lima como centro de convenciones y foros internacionales. Se están construyendo grandes infraestructuras en hoteles con salones de reuniones y certámenes. Por el momento, la capital peruana puede acoger a unas 20 mil personas.
Fomentar Lima, también es una forma de incentivar el turismo nacional, porque muchas de las personas que lleguen a la capital peruana, podrán visitar también otras ciudades en plena expansión turística como Cusco, Arequipa, Chiclayo, Trujillo y Piura. Hay ciudades con mucho potencial que mostrar pero no tienen hoteles adecuados para albergar a una gran cantidad de turistas. Por ejemplo, Huaraz, Huancayo, Iquitos, Cajamarca y Huamanga adolecen de hoteles que respondan a los estándares internacionales, aunque sus ciudades son muy hermosas.
Además, tener a Lima como capital internacional de convenciones se reflejaría también en la captación de nuevos ingresos de divisas. Se calcula que cada persona que asiste a esta clase de certámenes internacionales gasta unos US$ 400 por día.
En noviembre próximo, el Perú volverá a ser el centro mundial por la realización de la Cumbre APEC (Asia Pacific Economic Cooperation) y si bien la ciudades se preparan para mostrar lo mejor que tienen, nuevamente está el dilema de la carencia de un centro apropiado para realizar certámenes internacionales con comodidad, excelencia y seguridad.
La Cumbre APEC será para el país una gran vitrina para mostrar toda su oferta exportable, turística, gastronómica y cultural. La economía se dinamizará mediante el uso de aeropuertos, hoteles, servicios telefónicos, restaurantes, taxis, bancos, teatros, museos y centros culturales.
No olvidemos que el Perú, al ingresar a lo que se llamó en los años 80 la “aldea global”, comenzó a vivir varios procesos de internacionalización. La globalización no es exclusividad del mundo de los negocios, sino de la sociedad en su conjunto. Implica la internacionalización de la economía, políticas administrativas de gobierno, sistemas y programas sociales, y por supuesto, los negocios, donde no hay fronteras para los capitales financieros.
Es una buena oportunidad para los inversionistas, nacionales y extranjeros, apostar por el desarrollo del país. Perú puede y debe volver a liderar el Pacífico Sur y ser a diferencia de los “tigres asiáticos”, el nuevo “jaguar latinoamericano”. ¡Que vuelva a rugir!
Foto: Catedral de Lima Aníbal Solimano / PromPerú
FIRMADOS Nº 060
Tiene el reto de recuperar el liderazgo que tuvo en el incanato y virreinato cuando era el centro del comercio de occidente. Aún en la década de los sesenta, se hablaba en el continente del eje regional Sao Paulo – Buenos Aires -.Lima.
La capital peruana era paso obligado para la interconexión regional, situación que perdió por la aventurera gestión del mal llamado “Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada” que presidieron los generales Juan Velasco Alvarado y Francisco Morales Bermúdez.
La Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE) que se realizó en mayo reveló que el Perú tiene mucho que mostrar al mundo, pero adolece de lugares adecuados para realizar grandes concentraciones internacionales. Si bien es cierto que el Museo de la Nación, lugar donde también se realizó la Asamblea de Gobernadores del BID en 2004, fue el recinto de estos certámenes internacionales, también es real que no hay un lugar construido explícitamente para congresos y convenciones mundiales.
Urge entonces, promover a la ciudad de Lima como centro de convenciones y foros internacionales. Se están construyendo grandes infraestructuras en hoteles con salones de reuniones y certámenes. Por el momento, la capital peruana puede acoger a unas 20 mil personas.
Fomentar Lima, también es una forma de incentivar el turismo nacional, porque muchas de las personas que lleguen a la capital peruana, podrán visitar también otras ciudades en plena expansión turística como Cusco, Arequipa, Chiclayo, Trujillo y Piura. Hay ciudades con mucho potencial que mostrar pero no tienen hoteles adecuados para albergar a una gran cantidad de turistas. Por ejemplo, Huaraz, Huancayo, Iquitos, Cajamarca y Huamanga adolecen de hoteles que respondan a los estándares internacionales, aunque sus ciudades son muy hermosas.
Además, tener a Lima como capital internacional de convenciones se reflejaría también en la captación de nuevos ingresos de divisas. Se calcula que cada persona que asiste a esta clase de certámenes internacionales gasta unos US$ 400 por día.
En noviembre próximo, el Perú volverá a ser el centro mundial por la realización de la Cumbre APEC (Asia Pacific Economic Cooperation) y si bien la ciudades se preparan para mostrar lo mejor que tienen, nuevamente está el dilema de la carencia de un centro apropiado para realizar certámenes internacionales con comodidad, excelencia y seguridad.
La Cumbre APEC será para el país una gran vitrina para mostrar toda su oferta exportable, turística, gastronómica y cultural. La economía se dinamizará mediante el uso de aeropuertos, hoteles, servicios telefónicos, restaurantes, taxis, bancos, teatros, museos y centros culturales.
No olvidemos que el Perú, al ingresar a lo que se llamó en los años 80 la “aldea global”, comenzó a vivir varios procesos de internacionalización. La globalización no es exclusividad del mundo de los negocios, sino de la sociedad en su conjunto. Implica la internacionalización de la economía, políticas administrativas de gobierno, sistemas y programas sociales, y por supuesto, los negocios, donde no hay fronteras para los capitales financieros.
Es una buena oportunidad para los inversionistas, nacionales y extranjeros, apostar por el desarrollo del país. Perú puede y debe volver a liderar el Pacífico Sur y ser a diferencia de los “tigres asiáticos”, el nuevo “jaguar latinoamericano”. ¡Que vuelva a rugir!
Foto: Catedral de Lima Aníbal Solimano / PromPerú
FIRMADOS Nº 060
Lima, Junio 24, 2008
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