Cuando el economista Muhammad Yunus y su Banco Grameen recibieron el Premio Nobel de la Paz en 2006, por haber impulsado las microfinanzas en Bangladesh, se pensó que esta herramienta sería el camino perfecto para ayudar a la población pobre del mundo a desarrollarse económicamente.
Efectivamente, en pleno siglo XXI y con el auge de la globalización, las microfinanzas tienen otros elementos, pero el espíritu sigue siendo el mismo. Tienen metodologías propias como sistemas financieros, variedad de créditos, ahorros y productos, micro seguros y otros elementos básicos para erradicar la pobreza de diversas partes del mundo.
Esta experiencia ha sido buena en el Perú, especialmente por lo realizado por algunas ONG religiosas y el sistema de cajas municipales. Precisamente, lo desarrollado por las cajas municipales de ahorro y crédito hace más de 27 años y el trabajo de diversas entidades, ha sido cardinal para aliviar no solamente la pobreza de muchas familias, sino también de contribuir a la formalización empresarial. Ahora Mibanco es la institución líder de las microfinanzas en el Perú, pero detrás de esta organización estuvo la ONG Acción Comunitaria (ACP), que desarrolló diversos niveles de tecnologías crediticias a favor de los emprendedores mediante los microcréditos.
Mibanco es el camino que deben seguir las MYPE (Micro y pequeña empresa), para no solamente quedarse en MYPE sino con el tiempo transformarse en PYME (Pequeña y mediana empresa) y luego en grandes empresas. Mibanco ahora es una institución financiera de primer nivel, pero antes fue una ONG.
Las MYPE tienen que orientarse a crecer y ser grandes, porque la meta de todo empresario emprendedor debe ser la exportación. El dinero y los compradores con mayor capacidad adquisitiva por ahora están afuera. Esa debe ser la meta. Por esa razón, las políticas públicas deben orientarse a la búsqueda de mercados foráneos.
Cualquiera sea la concepción política de la administración gubernamental, el Estado juega un papel de suma importancia en el establecimiento de políticas públicas que incentiven el desarrollo de servicios microfinancieros.
Los puntos claves que un gobierno puede hacer por las microfinanzas son entre otras cosas, mantener la estabilidad macroeconómica, que en el caso peruano, según los principales indicares económicos van por buen camino, no obstante la crisis financiera internacional.
También debería abstenerse de distorsionar el mercado mediante subsidios insostenibles y programas que se presten a la corrupción. ¿Por qué no fomentar la cultura de control que contengan los principios del buen gobierno corporativo en las PYME? ¿Por qué no apoyar a la industria microfinanciera como socio estratégico para reducir la pobreza en zonas rurales y amazónicas? Tenemos la impresión que aún el concepto de microfinanzas no está muy claro en las esferas de gobierno y sistema financiero tradicional.
FIRMADOS Nº 095
Lima, Diciembre 8, 2009
Efectivamente, en pleno siglo XXI y con el auge de la globalización, las microfinanzas tienen otros elementos, pero el espíritu sigue siendo el mismo. Tienen metodologías propias como sistemas financieros, variedad de créditos, ahorros y productos, micro seguros y otros elementos básicos para erradicar la pobreza de diversas partes del mundo.
Esta experiencia ha sido buena en el Perú, especialmente por lo realizado por algunas ONG religiosas y el sistema de cajas municipales. Precisamente, lo desarrollado por las cajas municipales de ahorro y crédito hace más de 27 años y el trabajo de diversas entidades, ha sido cardinal para aliviar no solamente la pobreza de muchas familias, sino también de contribuir a la formalización empresarial. Ahora Mibanco es la institución líder de las microfinanzas en el Perú, pero detrás de esta organización estuvo la ONG Acción Comunitaria (ACP), que desarrolló diversos niveles de tecnologías crediticias a favor de los emprendedores mediante los microcréditos.
Mibanco es el camino que deben seguir las MYPE (Micro y pequeña empresa), para no solamente quedarse en MYPE sino con el tiempo transformarse en PYME (Pequeña y mediana empresa) y luego en grandes empresas. Mibanco ahora es una institución financiera de primer nivel, pero antes fue una ONG.
Las MYPE tienen que orientarse a crecer y ser grandes, porque la meta de todo empresario emprendedor debe ser la exportación. El dinero y los compradores con mayor capacidad adquisitiva por ahora están afuera. Esa debe ser la meta. Por esa razón, las políticas públicas deben orientarse a la búsqueda de mercados foráneos.
Cualquiera sea la concepción política de la administración gubernamental, el Estado juega un papel de suma importancia en el establecimiento de políticas públicas que incentiven el desarrollo de servicios microfinancieros.
Los puntos claves que un gobierno puede hacer por las microfinanzas son entre otras cosas, mantener la estabilidad macroeconómica, que en el caso peruano, según los principales indicares económicos van por buen camino, no obstante la crisis financiera internacional.
También debería abstenerse de distorsionar el mercado mediante subsidios insostenibles y programas que se presten a la corrupción. ¿Por qué no fomentar la cultura de control que contengan los principios del buen gobierno corporativo en las PYME? ¿Por qué no apoyar a la industria microfinanciera como socio estratégico para reducir la pobreza en zonas rurales y amazónicas? Tenemos la impresión que aún el concepto de microfinanzas no está muy claro en las esferas de gobierno y sistema financiero tradicional.
FIRMADOS Nº 095
Lima, Diciembre 8, 2009
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